Después de tanto tiempo encerrados, todos tenemos ganas de disfrutar al aire libre, del sol y del mar, para hinchar los pulmones con aire puro.
Veranear en un barco este verano va a ser una muy buena opción para huir del turismo de masas, y minimizar el riesgo de contagio, y para ello tanto en la península como en las islas tenemos calas y playas paradisíacas, que nos están esperando para disfrutar, mucho menos masificadas que otros años, al no tener tanto turismo internacional.
Si pasas una semana de tus vacaciones yendo a la playa con coche o a pie, las personas con las que puedes tener contacto son muchíííísimas más que las personas que puedes tener contacto en una semana en un barco. Además del estres que supone el miedo a infectarse por no conocer a la gente de tu alrededor.
Mientras que si te vas de vacaciones en barco lo normal es estar en contacto entre 6 y 10 personas como mucho, así que una vez asumido este mínimo riesgo, de un grupo pequeño de familiares o amigos, no hay otra que relajarse y disfrutar.
Dicen que el agua salada lo cura todo, así que darse un bañito fondeado en una cala y hacer snorkel y otros deportes acuáticos es una opción divertida y refrescante para disfrutar de unas merecidas vacaciones.